voy en busca de un aliento
que me permita seguir adelante
iluminando, enseñando y acompañando
al que de libertad es representante…
Dejándome llevar por tu cantar
es a ti a quien intento llegar
para que juntos podamos danzar…
Sucre 24/10/10
Después de un tiempo de descanso, de despejar la mente y de ver otras cosas, vuelvo a comenzar la tarea del internado, de una manera que será más intensa, con nuevos obstáculos y otros aprendizajes. Hasta este día no me di cuenta de la magnitud que debe tener mi deber en la institución ahora que será un trabajo más completo y es que cuando volví de mi descanso tuve que volver a la realidad de que debo dejar algo bueno en las personas con las que trabajo y que mi rol se hace más exigente, sobre todo en el municipio en el que me encuentro haciendo mi investigación.
Cuando algunos de mis coordinadores me decían que en la investigación acción, van cambiando las cosas según el curso de la misma, no pensaba que existirían factores que en principio tenía la idea de mantenerlos fijos o si es que habría algunos aspectos cambiantes no imaginaba que serian de magnitud notable. Y fue que debido al cambio de mandato político en las alcaldías de los municipios, se dio un cambio radical en mi investigación, trabajar con una nueva bibliotecaria, que no se encuentra bien informada acerca del trabajo que se debe realizar en una Biblioteca, lo que equivale a que deberé tomar ese obstáculo y ayudar a esta persona a que crezca en aprendizaje, motivarla en su trabajo y se pueda desenvolver de mejor manera en sus funciones.
La nueva Bibliotecaria es una señora mayor y sencilla con la que tendré que trabajar de manera más sencilla y pausada, para poder ayudarla a que se pueda desarrollar mejor en la Biblioteca, lo que implica comenzar de cero…; pero espero poder sacar de mi lo mejor para ayudar a esta persona y que no se sienta desanimada por el trabajo que debe hacer, que de por si es complejo e involucra muchas acciones más allá de dar un libro…
Algo que me dijeron mis coordinadores y que recordé, fue que la anterior bibliotecaria entro de la misma manera, con poco conocimiento frente a todas las funciones que se deben ejercer en una biblioteca, pero es que tenía tantas ganas de aprender, deseos de trabajar y que pese a que no tenía una formación educativa completa, gracias a los ánimos que tenía aprendía muy rápido y logro desenvolverse como una de las mejores bibliotecarias.
Este aspecto me hace ver que somos tantas personas en nuestro entorno que no han tenido la oportunidad de crecer en la vida, las oportunidades no son muy favorables para ellos; pero que si pudieran y tendrían las ganas, podrían obtener muchas cosas y generar otras más; es por esto que no me quiero desanimar y dejar llevar por este obstáculo que se me presento, porque tengo la esperanza de que esta nueva bibliotecaria poco tendrá más motivación por tratar de realizar mejor su trabajo y de aprender más cosas para poder ayudar a los más jóvenes de su comunidad.
Pamela Garrón.
Maritza Valdez
Más de 4 millones de niños viven en la pobreza en Bolivia y más de 14.000 mueren antes de cumplir un año de vida, el 50% de esas personas fallece en su primer mes de vida. Estos datos son social, política y moralmente inaceptables, también es moralmente inaceptable que 650 madres mueran cada año porque no tuvieron el derecho a acceder a una salud de calidad durante el parto, pero es inaceptable aún mas que en un país donde abundan los recursos naturales, donde se revierten recursos económicos de las Municipalidades y de las Prefecturas por falta de gestión y trabajo planificado, donde se gastan millones de bolivianos en campañas políticas se tengan estas alarmantes cifras, en un país donde campea la corrupción, donde cada vez hay mas niños abandonados, niños en las calles por la mediocridad de nuestros gobernantes.
Pero no es que vivamos en un país pobre, sino nuestra sensibilización social es pobre, nuestro corazón es pobre, somos pobres de ideas y amor al prójimo llegó el momento de hacer algo, porque una cosa es hablar del hambre en el mundo y otra muy diferente es pasar y sentir el hambre. Ya no es época de decir: “yo no puedo cambiar Bolivia” es época de actuar y contribuir aunque sea un poquito, porque de poquitos se hace un mucho. No podemos quejarnos del país violento, egoísta y desamorado en el que vivimos, se debe tomar participación y actuar para provocar un cambio. Se debe comenzar por la raíz de las sociedades y esta son los niños. Esos niños que son el presente y el futuro y que si no se les ayuda serán quienes cobren venganza contra la sociedad que los ignoro y nada les dio en su niñez.
Si no ayudamos a niños necesitados, niños con hambre que son abusados, violados y explotados, corremos el riesgo que estos se vuelvan en nuestra contra en un futuro y con toda la razón. Un ser humano que se forma y cría en medios deplorables, no le podemos pedir humanidad porque nosotros mismos somos inhumanos ante sus necesidades. Demos el ejemplo, ayudemos a los niños necesitados y enseñémosle que ellos son importantes, que son el futuro, que nuestra esperanza está depositada en ellos y ellos no nos defraudarán. Si no tienes los medios económicos para ayudar, puedes ayudar donando todo lo que tengas sin usar en tu casa. Si no tienes dinero, ni nada que donar, te tienes a ti mismo/a, puedes donar unas horas semanales de tu tiempo para ser voluntario/a de algún centro que necesite, o ir algún hospital de niños a regalarle una sonrisa, una caricia, a leerle un cuento a niños que muchas veces son abandonados en estos hospitales.
“La responsabilidad social no acaba con la solidaridad casual, es importante actuar en forma permanente”. Julio León Prado.
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